Métodos de Precios de Transferencia

14.07.2023

Como referencia general para las regulaciones en materia de precios de transferencia se toman las "Guías en Materia de Precios de Transferencia" (Guías) de la OCDE, que fueron publicadas por primera vez en 1995, y tienen su última actualización en 2022.

Las Guías de la OCDE proponen un conjunto de 5 métodos, 3 de ellos denominados "métodos transaccionales tradicionales" y 2 conocidos como "métodos transaccionales de utilidad"

En el primer grupo se encuentran el Precio Comparable no Controlado, Precio de Reventa y Costo Adicionado; y en el segundo grupo están el método Transaccional de Margen Neto y el método de Partición de Utilidades.

Aunque la OCDE no precisa una jerarquía para el uso de los métodos, si dice que "…un método transaccional tradicional y un método transaccional de utilidad pueden aplicarse en condiciones equivalentes, el método tradicional es preferible al basado en utilidad.[1]

No obstante, las Guías reconocen que, en caso de aportaciones únicas de alguna de las partes, o cuando existe una elevada integración vertical, puede ser más conveniente el empleo de un método transaccional de utilidad. Sin embargo, indican que no debe emplearse un método basado en utilidad simplemente porque sea más complicado obtener la información que requiere un método tradicional.[2]

Los métodos basados en utilidad sólo pueden ser aceptados si resultan compatibles con el Artículo 9 del Modelo de Convenio Tributario de la OCDE, especialmente en lo que respecta a comparabilidad

Las Guías indican que no es necesario probar cada uno de los métodos, pero si se requiere un argumento que respalde la selección del método empleado.

La OCDE admite que las empresas pueden emplear métodos diferentes a los que proponen las Guías, siempre que demuestren que los métodos propuestos son menos precisos para las circunstancias específicas que deben documentarse, y porqué el método empleado brinda una mejor solución.

No se requiere la aplicación de más de un método para demostrar el cumplimiento del principio de arm's length. Sin embargo, en casos donde los resultados de un método no resultan concluyentes, se pueden emplear varios métodos para fundamentar el resultado.

Como se mencionó antes, el método de Precio Comparable no Controlado (PCNC) es uno de los métodos tradicionales. Este es el único método en que se comparan directamente los precios, y para ello se requiere que las características de los bienes o servicios comparados, así como de las circunstancias en las que ocurren las transacciones que se comparan, sean equivalentes, o se puedan ajustar en caso de que existan diferencias.

El método se basa en comparar el precio de una transacción controlada[3] con el de una transacción no controlada que ocurre en circunstancias similares o susceptibles de ajustarse para que sean equivalentes.

Es necesario realizar todos los esfuerzos para ajustar las circunstancias y características de la transacción analizada, de modo que sea posible la aplicación del PCNC, de preferencia con el empleo de comparables "internos" encontrados en la empresa o grupo al cual pertenece, debido a que sobre esta información se tiene mayor dominio que el que resulta posible sobre cualquier otra fuente. No obstante, en el caso de commodities, para las cuales existen cotizaciones en mercados donde se precisan las características de la transacción, así como otros indicadores, como puede ser la tasa de interés, que tienen un mercado público de referencia, el método puede aplicarse con gran precisión. En estos casos, dado que la cotización varía en el tiempo, resulta de suma importancia que sea posible precisar la fecha en la que se comprometió el precio analizado, para buscar los comparables en esa misma fecha.

El método de Precio de Reventa (PR) también pertenece al grupo de los métodos tradicionales, aunque en este caso la comparación de precios se realiza de forma indirecta, a través de una razón financiera que es el margen bruto de utilidad (MB = UB/V), que es el cociente entre la utilidad bruta y las ventas netas.

El método se utiliza para evaluar si el precio de compra a una relacionada puede considerarse como un precio equivalente al de mercado.

La aplicación del método tiene varios requisitos: El primero es que el producto adquirido de la relacionada, cuyo precio evalúa, debe ser revendido a un cliente independiente. Adicionalmente, es preciso que la reventa se realice sin involucrar una proporción relevante de gastos.

El método es muy efectivo cuando se aplica en actividades de distribución que no añaden valor al producto de modo significativo.

El método se basa en el hecho de que similares funciones activos y riesgos deben generar márgenes equivalentes, y por ello compara el margen bruto obtenido en una operación controlada con el margen bruto (o rango de márgenes brutos) que se obtiene en una operación no controlada.

Dado que la venta es a un independiente, el precio de venta se asume un precio de mercado, con lo cual, si el margen bruto cae dentro del rango de mercado, es posible considerar que el precio de compra también es un precio de mercado.

Los ajustes requeridos para la aplicación de este método no se enfocan a las características del producto, como ocurría en el PCNC, en este caso van sobre las funciones, activos y riesgos en que la empresa se involucra. Así, por ejemplo, si la empresa analizada ofrece garantías sobre el producto que revende, y esto no ocurre en los comparables, debe ajustarse el efecto de la garantía.

La comparación de los márgenes brutos pierde efectividad cuando el periodo entre la adquisición del producto y su reventa es muy largo, debido a los cambios que pueden surgir en el mercado.

Es importante considerar que el nivel en que se encuentra la empresa analizada, dentro de la cadena de distribución influye sobre el margen, lo que no permite, por ejemplo, comparar el margen obtenido en una distribución mayorista con el que se logra en una minorista.

También deben considerarse la participación de intangibles dentro de la operación, los cuales influyen sobre el margen que es posible obtener.

El método de Costo Adicionado (CA), que también es un método tradicional, funciona como espejo del método PR, debido a que en este caso se trata de averiguar si el precio de venta a una relacionada de un producto adquirido de terceros (o producido a partir de insumos adquiridos de terceros), es un precio de mercado. Para este propósito, se compara el margen bruto sobre costo o mark up que la empresa añade sobre el costo (MkB = UB/C) con el indicador similar evaluado en operaciones no controladas.

Como el costo proviene de independientes, es posible considerar que los precios involucrados en él son de mercado, de modo que, si el mark up que aplica la empresa pertenece al rango de mercado, es posible asumir que el precio de venta también es un valor de mercado.

Este método es más utilizado cuando una empresa vende bienes producidos o servicios a una parte relacionada, y su precisión disminuye en la medida en que la proporción del costo disminuye respecto al valor total del producto.

Al igual que en el PR, los factores de comparabilidad se centran en las funciones, activos y riesgos involucrados en la cadena de creación de valor y no en las características del producto.

Elementos asociados a la tecnología y composición del capital pueden generar diferencias entre los márgenes (mark up) que se comparan, y por ello deben ser objeto de ajustes.

Es importante precisar que las estructuras de costo son equivalentes para que la comparación sea eficiente. En caso de que las estructuras sean muy diferentes o resulte elevada la proporción de los gastos, el análisis deberá realizarse a nivel neto.  

Los métodos transaccionales de utilidad son el método Transaccional de Margen Neto (TMN) y el de Partición de Utilidad (PU).

El TMN opera de forma similar a los métodos de PR y CA, lo cual permite que sea empleado en operaciones de compra a una relacionada, como el PR, o de venta a una relacionada, como el CA. Emplea indicadores similares, ampliados al nivel de utilidad operativa. Margen Operativo en sustitución del Margen Bruto empleado por PR y Mark up Operativo en vez del Mark up Bruto que utiliza el CA.

Adicionalmente, este método permite evaluar operaciones controladas en las que, se involucran compras y ventas a relacionadas, como es comúnmente el caso de las maquiladoras. Como en estas operaciones no es posible considerar que el precio de venta o de compra sean de mercado, es necesario emplear una razón financiera que no dependa de ingresos o egresos, como pueden ser el retorno sobre activos (ROA) o el retorno sobre inversión (ROI).

Cuando las partes involucradas en la transacción realizan aportes de características únicas, el método no resulta apropiado y es recomendable emplear el PA. Sin embargo, cuando sólo una realiza un aporte de este tipo, puede emplearse alguno de los métodos tradicionales o el TMN, utilizando a la parte menos compleja como base del análisis o parte analizada.

Una de las fortalezas del método es su versatilidad, debido a que las diferencias en estructuras de costo y gasto no afectan los resultados, que son medidos a nivel operativo. Otra ventaja es que sólo requiere analizar y emplear información de una de las partes.

Sin embargo, las debilidades del método radican en que el margen medido a nivel operativo puede tener influencia de muchos factores que, si no son adecuadamente controlados, pueden conducir a interpretaciones erróneas. También las Guías refieren que, si la transacción analizada no coincide en tiempo con las empleadas como comparables, pueden surgir diferencias difíciles de ajustar. En algunos casos estas diferencias pueden ser mitigadas con el empleo de información de varios años; pero este recurso está siendo cuestionado por muchas administraciones.

En general, debido a que son muchos más los factores que influyen sobre el margen operativo, que los que lo hacen sobre el margen bruto, la aplicación de PR o CA resulta más precisa que la del TMN.

El empleo de TMN exige un mayor nivel de detalle en la segmentación de estados financieros para calcular el margen neto de la transacción analizada.

El método de Partición de Utilidad busca reproducir el resultado al que hubieran llegado agentes independientes en una transacción similar a la controlada que se analiza.

El método comienza por calcular la utilidad total generada por las transacciones entre las relacionadas involucradas, y es particularmente útil cuando la distribución de la utilidad debe corresponderse con el aporte realizado por cada una de las partes, debiendo valuar cada aporte de acuerdo con las características de las transacciones analizadas.

Del mismo modo en que se distribuyen las utilidades, se deben distribuir las pérdidas, si ese fuera el resultado.

La mayor fortaleza del método de PU radica en que puede ofrecer una solución para los casos en que ambas partes realizan contribuciones únicas, como puede ser el caso de intangibles de alto valor. En estos casos, donde resulta difícil localizar comparables independientes que permitan analizar la transacción, se valúan las contribuciones de cada una de las partes con base en lo que representan par la transacción o negocio común.

El método también es útil para transacciones altamente integradas, que no pueden ser analizadas de forma unilateral. Adicionalmente, el método proporciona la flexibilidad para analizar transacciones que pueden ocurrir entre partes relacionadas y difícilmente se harían entre independientes.

La debilidad del método está asociada a la dificultad de aplicación, aunque resulta más transparente para su discusión con la autoridad, porque depende menos del empleo de comparables externos. Igualmente, el método resulta apropiado cuando las partes comparten riesgos relevantes para desempeñar las funciones que se requieren para la transacción que se analiza.

La OCDE considera que la existencia de una contribución de carácter único en cada una de las partes es un indicador de que el PU es el método que debe emplearse. De igual forma, expresa que, si una de las partes no realiza contribuciones únicas, desarrolla funciones simples y no asume riesgos especiales, debe ser utilizada como parte analizada y ello indicaría que no es adecuado aplicar PU.

Aunque los cinco métodos que propone la OCDE suelen ser el estándar que refleja la legislación de la mayoría de los países, existen peculiaridades en algunos casos, como pueden ser México y algunos países de Latinoamérica.

En el caso de México, la ley divide el método de Partición de Utilidad en dos, uno general, denominado como Partición de Utilidad, y otro para los casos específicos en los que alguna de las partes aporta un intangible de alto valor, que la legislación presenta como Partición de Utilidad Residual. Esto conduce a que la legislación mexicana se presenta con 6 métodos.

En otras legislaciones, como la argentina o la guatemalteca, existe un "sexto método", que en términos generales es una precisión del PCNC, enfocado a las operaciones con commodities.

[1] Párrafo 2.3 Guías de la OCDE.

[2] Párrafo 2.5 Guías de la OCDE.

[3] Se dice que la transacción es controlada si ocurre entre partes relacionadas, que pueden coordinarse para controlar el precio.